14 De Febrero: "El amigo de Dennis (Rodman)


El amigo de Dennis

“Se mide la inteligencia de un individuo por la cantidad de incertidumbre que es capaz de soportar”. -Emmanuel Kant

   ¿Ogro? Un acorazado Dennis Rodman arribó a San Antonio en 1993, cerrando las puertas al dialogo con casi todas las personas dentro y fuera de su trabajo, evitando al máximo socializar con cualquiera. Menos con Jack. Amistad.

   Luego de ser el equipo campeón NBA en 1989 y 1990, el barco se hundía para los Pistones de Detroit dos justas después. Cada miembro importante en los campeonatos, como Bill LaimbeerIsiah Thomas y Vinnie Johnson, terminaron retirándose o terminaban siendo canjeados a otro equipo. Todos excepto, Dennis Rodman y Joe Durmars. Pronto Dumars se quedaría solitario. En 91-92 terminaron 48-34 y en 92-93 apenas cosecharon una marca de 40-42. Rodman quería un cambio y Detroit le dejó ir, algo de lo que se lamentaron. En la 93-94, ya sin Rodman en la  plantilla,  los Pistones tocaron fondo con una marca miserable de 20 ganados y 62 descalabros.



   Una vez en San Antonio Spurs, su nuevo equipo, Rodman se sintió un hombre cambiado. Quería vivir la vida al máximo, y eso incluía aretes por todos lados, tatuajes en todo el cuerpo y el cabello teñido cada día de un color diferente, pero eso si, cada día mas extravagante que el día anterior. Este nuevo Dennis Rodman también había cambiado en algo. Para ser este nuevo Dennis Rodman se necesitaban más que tatuajes y peinados locos. Se volvió la persona más introspectiva del planeta. No hablaba con nadie. Sólo llegaba, entrenaba, iba a los vestidores y se marchaba. No hizo relación con nadie en todo San Antonio. Con nadie, excepto con Jack Haley.

  Jack Haley era el hombre 12 en la plantilla de los Spurs, el último, era el jugador “por si acaso”. Casualmente, su casillero estaba al lado del de Dennis. El primer día Jack Haley le dijo a Dennis ¿Hey, que tal? Y le sugirió un saludo de mano a RodmanDennis actuó como si no hubiera nadie más en el cuarto. Pasaron tres meses y Rodman no había dicho una sola palabra a sus compañeros de equipo, fuera de los entrenamientos, a pesar que estos de vez en vez le saludaban.



   Iniciada la temporada 93-94, Rodman, el mudo, lideraba la liga en rebotes con casi 20 por juego. Haley, que casi no jugaba por pasar el tiempo más rápido en la banca, empezó a llevar la cuenta de rebotes de Dennis en los partidos. Al principio se aburría un poco, pero después se acostumbró y le era muy útil para matar el tiempo. Y le decía cosas a Dennis como “Llevas 16 rebotes, te faltan cuatro para los veinte”, o “Ya llevas veintidós rebotes, vamos, llega a  veinticinco”, o “Hoy ha sido una mala noche, apenas llevas 9 rebotes”.

   Los primeros juegos, el “gusano” no le tomaba en cuenta, pero para el tercer o cuarto juego en cada tiempo fuera, volteaba a ver a Haley y esperaba la nota estadística. Una amistad había nacido. Pronto se volvieron inseparables. Haley se convirtió en el vocero de Dennis, dando la cara por el delantero ante la prensa e incluso ante el equipo. Cuando no había juego iban juntos a Las Vegas o veían televisión, pero lo que más hacían era entrenar muy duro en el gimnasio de pesas o en la cancha de baloncesto.

   En 95-96, los Toros de Chicago ficharon a Dennis Rodman y San Antonio cedió gustoso al jugador, debido a los problemas que el “ogro reboteador” traía al equipo y al alto salario que cobraba. Pero el delantero de 2.01 tenía una demanda a los Toros de Chicago. No se iría solo, tendrían que contratar a su amigo Jack Haley. Y los Toros, que buscaban un reboteador de garantías no opusieron resistencia a su pedido. Contrataron por 300,000 dólares la temporada a Haley y lo colocaron en la lista de lesionados y ahí seguiría todo el torneo, pero apoyando en la motivación externa a Dennis Rodman y al resto del equipo. En la mejor campaña de la historia de la NBA, los Toros de Chicago contabilizaron un 72-10, con un Dennis Rodman logrando 5.5 puntos y 14.9 rebotes, la marca líder de la NBA, algo en lo que llevaba por cinco temporadas consecutivas.

Jack Haley, un pívot de 2.08 metros, sólo jugó un partido del año, logrando 5 puntos y 2 rebotes en 7 minutos. Esa fue toda su estadística. Jugó las dos temporadas siguientes en New Jersey Nets, equipo que lo solicitó para ponerlo a jugar en cancha, cortando su función de  estadista personal de Dennis Rodman.

Ambos jugadores siguieron siendo amigos cuando sus trayectorias como jugadores NBA terminaron y lo siguen siendo hasta nuestros días. 

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