Marco Ramos : Un Guerrero de Halcones Rojos

El chico que llegó de Salinas, California, con un ´look que llamó´ que la atención de muchas seguidoras se convirtió en un “Guerrero de Corazón”, así es como Eddie Casiano entrenador de Halcones Rojos Veracruz llamó a Marco Ramos, jugador que volvió a las duelas en el año 2012 enfundado en la casaca de la quinteta porteña.

Nació en Michoacán el 26 de febrero de 1987, hijo menor de la señora María Vázquez, hermano de Ramón y Juan José y tío de  Julián, Jimena, Diego y Brigitte, a la edad de tres años Marco se muda a los Estados Unidos, pues su papá trabajaba en San José, California, en una empresa que se dedicaba a la construcción; al poco tiempo sus padres se separan y debido a que el proceso de legalización de ellos ya estaba en marcha deciden permanecer en ese país por lo que se van a vivir  a Salinas, en el mismo estado, con una hermana de su mamá.




Marco tenía cuatro años de edad cuando ocurre eso y tuvo que enfrentarse a una realidad que el cómo niño no entendía “éramos como veinte personas en una casa de dos cuartos, mis dos hermanos dormían debajo de la mesa de la cocina, mi mamá y yo dormíamos en la sala con mis abuelos, hasta en la cochera dormían; yo era niño y no sabía qué estaba bien o qué estaba mal, para mis hermanos sí fue pesado, especialmente por no ver a su papá”, comentó.

Sus hermanos Ramón y Juan José son muy especiales para Marco y en cada una de sus palabras se nota el gran amor que existe entre ellos “toda mi vida han sido como otro papá, yo siempre digo que yo he tenido tres papás, mi mamá que es mamá-papá y mis dos hermanos; ya hasta que salí de la universidad convivimos un poco más, ya me ven como un hombre, hablamos de todo, ya no es como padre e hijo, ya es como hermano-hermano, amigos-amigos”.



Para Marco Ramos estar con su familia es algo que disfruta mucho, él se considera el mejor tío, y entre risas comenta “les doy todo lo que quieren, si quieren ir afuera vamos, si quieren ir a las tiendas, al cine o jugar y que las personas grandes platiquen, les ayudo en sus tareas, coloreamos, hacemos proyectos de su escuela, como casi no me ven se alegran y quieren que haga todo con ellos”.

La fortaleza de la señora María es algo de admirarse, pues fue madre y padre para sus tres hijos y con gran valor se enfrentó a un país donde no conocía el idioma y sólo tenía el apoyo de una de sus hermanas; eso ha hecho que Marco Ramos no sólo la ame por ser su madre sino que siente por ella gran admiración y respeto  “mi madre tenía dos trabajos, se iba a trabajar como a las 5 de la mañana, llegaba como a las 3 de la tarde y luego se iba otra vez en la noche”. Al poco tiempo la señora Vázquez logra rentar un departamento donde no tenían ni cama ni cobijas y fue gracias a las amistades de ella que consiguieron unas cobijas y poco a poco pudieron irse haciendo de sus cosas,  “hay que ser una persona valiente, para sacar a sus hijos adelante en un país nuevo que ella no conocía”.



Ella es su mejor amiga y su ídolo “platicamos de todo, hay cosas que ella sabe que a veces no les digo a mis hermanos, pero me siento más a gusto platicando con ella, somos mejores amigos, le puedo platicar de lo que sea, me apoya en todo, menos en cosas malas”, y a pesar del poco dinero que había en casa la señora María y sus hermanos trataron de apoyar a Marco, haciendo esfuerzos para poderle comprar unos tenis o un guante de beisbol, pues desde muy chico se interesó en los deportes.

A pesar de vivir en un país de habla inglesa, la familia de Marco siempre conservó el idioma español; sin embargo, a Ramos se le salía el “spanglish”,  y era ahí donde su madre y sus hermanos  lo regañaban y le decían “aquí se habla puro español”.

Pese a ser bromista con sus compañeros, Marco se define como un chico tranquilo, que disfruta ver la televisión, navegar en internet, estar con sus amigos o ir al cine;  le encanta estar en el sofá con una cobija, un plato de cereal y ver caricaturas; quien diría que el “guerreo de corazón” en la duela, sería fan de caricaturas como X-men, Mickey Mouse, Goofy.

Marco empezó a trabajar terminando la High School, donde acomodaba cajas para que se fueran a las tiendas, pero por el horario que tenía solo duró 4 meses; poco después entró a una Nevería donde lo corrieron es que “les regalaba nieve a mis amigos, llegaban y yo les decía qué quieren y les decían es un dólar, pero si se llevaba mucho” -ríe; al poco tiempo entró a trabajar a un cine donde le agradaba ver películas gratis. Sabiendo que la economía en su casa era bastante difícil recuerda “casi siempre el dinero fue para la comida, la renta y las cosas que se tenían que pagar, recuerdo que estaba en la Secundaria nada más tenía dos pantalones y rotos, yo me despertaba antes que mi mamá se fuera al trabajo, me metía al baño y los lavaba en la tina del baño los exprimía, los colgaba, los metía a secar y listos para la escuela”.

Fue un niño muy travieso, que le dio muchos dolores de cabeza a su mamá, recuerda perfectamente cómo tomó la noticia la señora María de que se había tatuado el brazo “me despertó con una cachetada, ella no sabía que yo lo tenía, yo desde niño le decía que me iba a poner un tatuaje, estaba en el tercer año de Universidad en Utah, fue con mi primo (el “Chino”), él ya sabía que yo lo tenía, y mi mamá se quedó a dormir en mi recamará, yo me quede a dormir en el sofá, se me olvidó en la mañana y me descobije, ella se despertó primero y me vio  ¡pam!  un cachetadon, cuando la mire supe que era por el tatuaje, todo ese día no me habló, al otro día sólo la llevé al aeropuerto”.

No suele ser religioso se tatuó un versículo bíblico, 1 Corintios 15.10 “lo escuché y se me pegó, lo aprendí, Dios me ha sacado de muchísimas a mí, desde que nací, pues nací con el cordón umbilical en el cuello y me han atropellado tres veces” y su significado “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo”.

Quién diría que estudiar Geografía, le iba a dar la pauta para ser un profesional en el baloncesto mexicano, Marco comenta “me gusta saber del mundo, saber de culturas, me gusta aprender de cada gente, porque veo lo bueno de la gente, si no hablamos todos nos podemos comunicar por señas y bueno me gusta la cultura”.

Como buen basquetbolista admira a Michael Jordan, porque fue el mejor en lo que hizo, también admira a Mohamed Ali, y con una mirada inspiradora comenta “fue el mejor y el carácter de él es ser campeón de todo, lo que hizo ser el mejor, si vas a trabajar en la cancha ser el mejor, si vas a trabajar fuera, ser el mejor, yo pienso que por eso mucha gente lo ve como un ídolo; cuando tú piensas en Michael Jordan tú piensas mejor, en tenis, ropa basquet, empresario”.

Es difícil imaginar a Marco Ramos como “quarterback” de futbol americano;  sin embargo, lo jugó aunque eso le trajo dos fracturas en el brazo izquierdo;  fue ahí cuando empezó a jugar baloncesto con una mano y quién diría que unos años más tarde llegaría a ser parte de la Selección Mexicana de la especialidad y ganar el Premundial Caracas 2013.

La amistad es algo que Marco aprecia mucho, considera a uno de sus primos su mejor amigo “Juan José, el “Chino”, él es mayor por ocho meses, crecimos juntos, fuimos traviesos y cuando yo voy a Salinas él va me recogerme al aeropuerto, voy a su casa con mi tía, que es como mi segunda casa, si no estoy en mi casa estoy en casa de él, vamos al mar”.

Al llegar a Veracruz pudo encontrar en Francisco Cruz  un “Chino”, pues Paco se ha convertido en su mejor amigo “cuando yo llegué nos metieron a una recámara de dos camas  y él era mi compañero por una semana y luego ya nos cambiaron, empezamos a platicar él Fernando (Benítez) y yo”.

La influencia de sus hermanos lo llevó a escuchar música de Juan Gabriel, José Alfredo Jiménez, Rocío Dúrcal, Pedro Infante “todos los domingos poníamos música así viejita y de hecho esa es música que a mí me gusta en español”; aunque también disfruta mucho el rap y el hip hop en inglés.

Tuvo su primera novia a los 13 años, donde fue un amor de adolescencia, se mandaban cartas, iban a comer un helado, fue un amor inocente; pero fue hasta los 21 años cuando le presenta a su mamá la primera novia formal “aquí fue algo serio, se la tengo que presentar a mi mamá”, con risas recordó.

La forma tan independiente en la que creció hicieron que Marco aprendiera a cocinar, así que no sería raro verlo preparando unas enchiladas o comida italiana; entre sus comidas favoritas están “Camarones a la diabla”, los cuales su mamá se los cocina cuando va a Salinas, California.

Sin duda alguna Marcos Ramos se ha ganado el corazón de sus compañeros, y sobre todo de la afición veracruzana “veo a mis compañeros como mi familia, yo haría lo que fuera por ellos; si es aventarme por un balón, si es estar en la banca echando porras, si es diciéndole a alguien cómo hacerle, o escuchar cómo hacer las cosas; es mi familia”, comentó.

 “Llegaré hasta donde sea, a veces hago metas no imposibles pero lo hago para seguir  trabajando duro y esforzarme día a día”, con estas palabras Marcos Ramos refrenda su compromiso por seguir en el mundo del baloncesto y, por qué no, llegar a colarse a la mejor liga del mundo la NBA.

-Por Televisa Regional / Veracruz. Enlace.
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