Universiada Nacional 2012: Ivon Vite: "La vida es como un partido"


Karina de la Paz Reyes

Tiene 21 años. Es madre soltera, universitaria, trabajadora, jugadora de Basquetbol desde los nueve años y desde los 15 integrante de la Selección Nacional de esta disciplina. Ivón Vite Galindo está en la Universiada Nacional 2012 “Nuestras alas, nuestro destino”, y es integrante del Centro Hidalguense de Estudios Superiores (Cenhies).

“Si no tuviera  tantos retos, no tendría una vida interesante; la vida es como en un partido”, opinó sonriente, la jugadora número 12 del Cenhies.
Ivón, de 21 años de edad, desde los nueve se involucró en el Basquetbol, a los 15 fue convocada para ser parte de la Selección Nacional, lo que le permitió representar a México en países como Colombia y Chile.

A los 18 años se embarazó, lo cual no fue impedimento para seguir su carrera deportiva y profesional; sin embargo, en los recientes Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, aunque fue convocada no asistió debido a que su hija de tres años de edad se enfermó. “Ahora estoy en espera de que me vuelvan a llamar”, añadió.

Ivón vive sola, trabaja en el área de contabilidad de una empresa deportiva y estudia el octavo semestre de Administración de Empresas Turísticas en el Cenhies y busca continuar con una maestría o especialidad.

En el Cenhies, donde estudia desde la secundaria, la apoyan con una beca deportiva.

“Es difícil porque todos los días termino súper cansada, pero son cosas que valen la pena; al final los resultados valen el esfuerzo. Mi hija me motiva a seguir, tengo que darle una buena vida.

”La ventaja es que desde los nueve años juego Basquetbol, salgo, entreno fuerte y he estado fuera de mi casa algún tiempo, eso me ayuda a no desesperarme y llevar esta vida tan ajetreada”, expresó.

A manera de narrar su vida, detalló uno de sus días: “Tengo entrenamiento de 7:00 a 8:30 horas; me levanto a las 6:00, alisto a mi hija y la paso a dejar con mis papás que me apoyan mucho; trabajo de 9:00 a 14:00 horas, tengo un tiempo para comer y a las 15:00 entro a la escuela y salgo a las 22:00, ya muy de noche.

”Llego a casa y si está despierta mi hija la baño y preparo todo para el siguiente día, después de que se duerme hago mi tarea. Como a las 11 o 12 de la noche, si bien me va.”

Algunos días Ivón se ha sentido cansada, pero piensa: “Quiero lo mejor para mí y para mi hija, por eso trabajo, estudio y juego, para que los resultados vengan después. Prefiero vivir así, prefiero enfrentar los retos y tener algo por qué luchar, a estar sin hacer nada. Prefiero que me cueste trabajo para disfrutarlo realmente”.

Ivón expresó un mensaje para la comunidad universitaria: “Nada es imposible, si se quiere se logra y no hay obstáculos”.


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