*Artìculo redactado por Pablo Cormick para FIBA
* Link original: http://www.fiba.basketball/es/ligamericas/2019/news/victor-alvarez-the-future-is-here
México es un país, como tantos otros de América, en el que la mayoría de los niños que tiene una pelota cerca intenta patearla. El sueño que los desvela es el de ser futbolistas. Víctor Álvarez Díaz, nacido en Nogales hace 22 años, no escapaba a ese deseo: “Nunca me imaginé llegar adonde he llegado. De chico yo prefería el fútbol pero el básquetbol me abrió muchas puertas y eso fue lo que me motivó más a seguir en este deporte”. El base es profesional desde esta temporada y eso lo hizo dejar a un lado la práctica del fútbol. “Me he alejado demasiado del fútbol, pero muchas veces me han dado ganas de salir a jugar a alguna parte, algún torneo entre amigos o algo así. Era mediocampista o delantero. Ahora, en la única parte que juego fútbol es en el PlayStation”, confiesa Álvarez. En su ciudad natal del estado de Sonora, fronteriza con Arizona en Estados Unidos, su padre apoyó la idea de que Víctor eligiera el básquetbol por sobre el fútbol. De Nogales también es uno de sus ídolos, Francisco Pako Cruz: “Son pocas las veces que he conversado con él, pero obviamente siempre lo he admirado por todo lo que ha logrado y me gustaría que alguna vez seamos compañeros”, cuenta Víctor.
Antes de ser profesional, Álvarez jugó en los Gallos del Centro de Estudios Universitarios de Monterrey (CEU) –donde se recibió de licenciado en Cultura Física y Deportes- y fue indicado como uno de los mejores jugadores universitarios de México. A ese nivel consiguió consagrarse campeón en 2016 en la Asociación de Basquetbol Estudiantil y fue elegido en el equipo ideal del torneo. Los dos conjuntos finalistas de la última edición de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional de México, Capitanes y Soles, se disputaron la contratación del joven base, quien se decidió por los de Mexicali. “Haber llegado a Soles es un reto muy importante en mi carrera deportiva. Me ha enseñado a madurar como jugador, a crecer como persona y a aprender de los buenos jugadores que están arriba de mí por su gran experiencia”, analiza Álvarez.
Uno de los referentes de Álvarez es Orlando Méndez, capitán de Soles: “Orlando ha sido importante para hacerme entender un poco más el juego pero lo cierto es que me nutro de la experiencia de todos mis compañeros”.
Soles, que llegó a esta edición de la Liga de las Américas con el objetivo de clasificarse al Final Four, se despidió muy temprano con un registro de 1 triunfo y 2 derrotas. En el conjunto de Mexicali, Álvarez es el único jugador nacido en México. Ese panorama no es exclusivo de Soles, ya que hay varios conjuntos que cuentan con una gran cantidad de basquetbolistas estadounidenses con pasaporte mexicano. A Víctor no le resultó sencillo adaptarse a esta situación: “Para mí ha sido complicado porque he tenido que dominar el idioma inglés y, obviamente, las costumbres de jugadores con otro origen son diferentes pero creo que todos tenemos el mismo objetivo y eso me ayuda a integrarme en el equipo. Actualmente son pocos los jugares nacidos en México que juegan en esta liga. Y así como yo pude llegar a este nivel me gustaría que se le abriera camino a las siguientes generaciones para que el impacto del mexicano sea mayor en la competencia”.
Quien le abrió las puertas tanto para jugar como profesional como para integrar el seleccionado de México es el coach español Iván Déniz, quien dirige a Álvarez en ambos equipos: “Iván es un entrenador que tiene una gran visión a futuro en los jugadores y yo él me dio la oportunidad de llegar a Soles, donde me ha brindando su apoyo y ha tratado de explotar mi potencial”.
En jugadores con el compromiso y el deseo de Víctor Álvarez está el futuro del básquetbol mexicano. El de su Liga y el de su seleccionado.
Pablo Cormick
FIBA
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