México, 12 Oct. (Notimex).- Lejos de los reflectores, la selección femenil de basquetbol de México buscará hacer un papel decoroso en su participación en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, del 14 al 30 de octubre.
Para su fortuna o desgracia, la quinteta femenil no ha llamado la atención, ni de los dirigentes, ni de los medios de comunicación, debido a los escasos momentos brillantes que ha tenido en su historial en el ámbito internacional.
Para la escuadra femenil, dirigida por el español Ray Santana, el panorama en el certamen que se efectuará del 21 al 25 de octubre en el Domo CODE, no es muy halagador, pues en la primera ronda tendrá oponentes muy complicadas, al ser enclavadas en el Grupo A junto con los representativos de Estados Unidos, Argentina y Puerto Rico.
Previo a su presentación en Guadalajara, la escuadra femenil de México participó hace unas semanas en el Preolímpico de Neiva, Colombia, donde se ubicó en la sexta casilla gracias al triunfo que obtuvo sobre el débil representativo de Paraguay.
Para la mala fortuna del cuerpo técnico es casi seguro que la plantilla que jugó en Colombia no sea la misma que salte a la duela en Guadalajara, pues ha resultado complicado que varias de sus jugadoras puedan estar en la justa continental por compromisos en sus trabajos o en sus centros de estudios.
Por otra parte, el Grupo B de este torneo quedó conformado por las selecciones de Brasil, Canadá, Jamaica y Colombia, siendo la escuadra brasileña, aspirante al oro al igual que Estados Unidos, la que pase a semifinales junto con Canadá.
Las mexicanas debutarán el día 21 ante Puerto Rico para posteriormente encarar el 22 a Argentina y cerrar su participación en la primera fase contra la poderosa quinteta de Estados Unidos el 23.
Históricamente, en sus participaciones en esta justa continental, la quinteta tricolor sólo ha aparecido una vez en el podio y fue en los Juegos de México 1975 cuando aprovechó ser local y consiguió la presea de plata al caer en la final con Estados Unidos.
A esta solitaria presea hay que añadir que en otras tres ocasiones la escuadra mexicana ha acariciado la posibilidad de lograr un sitio en el podio al concluir en el cuarto peldaño en las justas celebradas en México en 1955; Winnipeg, Canadá, 1967; y en Cali, Colombia en 1971.
Con este historial, a la escuadra tricolor femenina habría que pedirle que tuviera un buen juego ante Puerto Rico, quizás el oponente más "asequible" y que busque que las seguras derrotas contra Argentina y Estados Unidos no sean con marcadores arriba de 20 puntos de diferencia.
El torneo femenil ha sido dominado por Estados Unidos, que se ha colgado el oro en siete de las 13 ediciones en las que se ha efectuado este torneo, pues dos veces no se ha celebrado, en 1951 y en 1995, ambas siendo sede Argentina.
Las estadounidenses fueron campeonas en las competiciones de México 1955, Chicago 1959, Sao Paulo 1963, México 1975, Caracas 1983 e Indianápolis 1987 y en Río de Janeiro 2007.
Con este abrumador dominio de las jugadoras del país de "las barras y las estrellas", Brasil ha logrado arrebatarle el sitio de honor tres veces: Winnipeg 1967, Cali 1971 y La Habana 1991, en tanto Cuba tiene los tres cetros restantes, San Juan 1979, Winnipeg 1999 y Santo Domingo 2003.
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