Por Sergio Morales |
Durante años hemos criticado las decisiones de las personas que
manejan el baloncesto en México. Nos quejamos siempre de la falta de
talentos en nuestras selecciones como si los grandes y basquetbolistas
estuvieran escondidos en un viejo callejón de algún barrio en una
pequeña ciudad listos para ponerles el uniforme y hacerlos
superestrellas. Vivimos en un mundo utópico en el que tener más de 129
millones de habitantes nos permite pensar que alguno de ellos es un
Michael Jordan o un Lebron James en potencia y a pesar de que no
tenemos un plan para desarrollarlos (y probablemente nunca lo tendremos)
nos quedamos conformes con la idea de lo que podemos llegar a ser
como potencia basquetbolística aunque quizás nunca lo seremos realmente
si no hacemos nada para lograrlo.
Toda esa absurda idea de que en México hay talento de sobra para el
baloncesto y que lo único que hace falta para tener un equipo talentoso
y competitivo es simplemente “salir y buscarlo bien” es más un
consuelo de tontos que una realidad.
Es muy diferente ser competitivo en una liga local o nacional a ser competitivo en el ámbito internacional.
La verdad es que si en este preciso momento se hiciera el mejor de
los scouteos en la historia del baloncesto mexicano e incluso si hubiera
una ley que obligara a todos los padres de nuestro país a llevar a sus
hijos para probar si son aptos para la el seleccionado nacional de
baloncesto aun así no tendríamos la mejor de las selecciones ni siquiera
en el Top 20 Mundial.
Aquí es donde gran parte de nuestros lectores me acusarán fuertemente
diciendo “¿Acaso no viste el triunfo del seleccionado sub-15 o del
premundial o de las bayonetas?”
Sí,
he visto el desempeño de tooooodas esas selecciones, he incluso de
muchas más y puedo decirles sin temor a equivocarme que cualquiera de
las selecciones que me nombren fueron armadas bajo el mismo concepto:
Tres meses antes (si no es que menos) se reúne a los que se
consideran los mejores jugadores de esa generación y (con un proceso de
selección siempre confuso y no muy exacto) se escoge a los mejores, se
les impone un sistema de juego y se reza porque en nombre sea de dios
los muchachos seleccionados salgan buenos jugadores internacionales.
Y esto de ninguna manera es una falta de respeto hacia los
seleccionadores mexicanos. Por supuesto que no. Los entrenadores que
dirigen las selecciones nacionales son todos muy buenos y seguramente
muy capaces pero hay que reconocer que tampoco son magos y por lo mismo
hay que poner sus triunfos y fracasos en perspectiva.
Por ejemplo, ni el coach Gonzalez Rex, a quien admiro muchísimo por
su carrera como jugador y ahora su estupendo debut como entrenador, es
el mejor entrenador de México por su triunfo con la sub-15 ni la
entrenadora Elsa Hayashi es la peor entrenadora del universo por el
fracaso de México en el baloncesto femenil.
Y analicemos… los chicos de la sub-15 ya eran fenomenales cinco
meses antes de que el coach Rex los empezara a entrenar. Les aseguro que
en los meses que estuvieron bajo el mando del coach Rex no aprendieron a
encestar, pasar el balón y defender de la forma tan maravillosa en la
que lo hacen. Esos chicos ya sabían hacerlo. Para inculcarles esos
fundamentos y conceptos del juego se necesitan mucho más que unos
cuantos meses. Estos chicos aprendieron a jugar tan bien gracias al
trabajo diario de cada uno de sus entrenadores en sus equipos. Y ese es
el punto medular de este artículo ¿Alguno de nosotros conoce a todos
esos formadores de talento que contribuyeron a que estos chicos ganaran
el centrobasket? A eso me refiero, todo nuestro sistema de selección de
jugadores depende del trabajo que estos señores hacen.
Pero y si son tan importantes y tan básicos para nuestro sistema ¿Por qué no aparecen en nuestro mismo sistema?
Me explico, hasta donde tengo entendido no hay un registro de chicos
que están destacando en el baloncesto mexicano por ejemplo a los 13
años de edad ni tampoco un registro de las personas que están trabajando
y formando a esos chicos. Es decir, estos señores (los entrenadores
formadores de talento) trabajan para sus escuelas en donde por supuesto
les pagan por enseñarles a estos chicos los fundamentos del juego y
cumplen con su trabajo en gran forma de hecho lo hacen tan bien que los
chicos que ellos forman son la base del seleccionado nacional.
Es en este punto es en donde no me cuadran las ideas y trataré de explicárselos de la manera más sencilla posible.
Vamos a exponer la situación de esta manera apoyándonos en personajes
ficticios, tenemos un jugador (Pepe), un entrenador (Tomás) y un
colegio (El colegio X) a donde asiste nuestro jugador y trabaja nuestro
entrenador:
A) El colegio X le paga al entrenador Tomas por enseñar a Pepe (alumno del colegio X) a jugar baloncesto.
B) Pepe juega muy bien en la ligas locales y nacionales gracias
a todo lo que le enseñó Tomás porque a este a su vez le paga el colegio
X.
C) Pepe es llamado a la selección y contribuye a que el seleccionado nacional sea campeón.
D) De esta forma el seleccionado nacional es campeón gracias a Pepe, a Tomás y por supuesto también al colegio X.
E) El seleccionado nacional por su parte recoge el fruto del
trabajo de Tomás, de Pepe y del colegio X y no les paga a ninguno de
ellos.
En conclusión, para armar un buen seleccionado nacional se depende
totalmente del trabajo que los formadores hagan en sus escuelas pero al
mismo tiempo el trabajo de esos formadores es olvidado en cuanto se arma
la selección nacional a pesar de que esta misma se formó gracias a
ellos.
Si los grandes jugadores de baloncesto en el mundo como los
mencionados Michael Jordan o Lebron James son un producto del trabajo y
esfuerzo diario ¿Por qué en México no premiamos a las personas que
trabajan a diario por nuestro baloncesto? Y no habló de un
reconocimiento barato con una placa metálica grabada, una nota en el
periódico de la localidad o peor aún una vulgar ceremonia junto a un
candidato político de poca monta.
Estoy hablando de organizarnos para que todos estos señores de los
cuales depende nuestro baloncesto reciban de manera organizada un sueldo
por su trabajo durante todo el año.
¿Qué les parece premiar económicamente a los entrenadores que logren
colocar uno o varios de sus jugadores en la selección nacional?
¿Qué tal que el entrenador que logre colocar uno de sus jugadores en
el seleccionado nacional se haga acreedor a un sueldo durante todo el
año siguiente para que continúe entrenando a ese chico? Si al año
siguiente el chico ya no es seleccionado el sueldo se suspende.
Imaginemos la competencia que esto generaría por todo el país, los
entrenadores buscarían día con día formar a los mejores basquetbolistas
para ganarse ese sueldo y por consiguiente saldrían el doble de
jugadores por cada estado de la República.
Me dirán Sergio… “ya te dijimos que no hay presupuesto”.
¿Bueno y entonces para que nos sirven las personas de pantalón largo
en nuestro deporte? Nosotros votamos por ellos. Los pusimos allí para
esto. Los escogimos para que lucharan por nuestro deporte.
¿Qué tal luchar y abogar para que una mínima parte del presupuesto
del deporte nacional sea destinada para esta labor en el baloncesto
mexicano? A final de cuentas a veces no se invierte ni siquiera en
uniformes para el seleccionado nacional… ops no sé porque se me vino a
la mente la selección mayor… Ah perdón… creo ahora si ya les llegaron
sus uniformes a los muchachos.
Antes de concluir con este artículo quiero dejar bien en claro que la
labor del coach Rex fue fantástica al frente del seleccionado sub-15
campeón del Centrobasket, no es fácil en tan poco tiempo acoplar a los
chicos a su sistema y a su filosofía de juego, no me malinterpreten,
particularmente creo que tenemos en el coach Rex un brillantísimo futuro
como estratega mexicano pero lo que estamos tratando de explicar en
este artículo es que el sistema de “FORMACIÓN DE TALENTOS” en México no
es el adecuado. Y no porque no existan formadores, al contrario, los hay
y muy buenos el problema es que nuestro sistema está diseñado de una
forma en la que se ignora por completo la labor de un formador pero al
mismo tiempo injustamente se sigue dependiendo de ellos totalmente.
Me parece justo mencionar que en el seleccionado femenil (a pesar de
ser una selección mayor) es exactamente igual pero a la inversa. Esas
chicas jugaban así antes de que la entrenadora Elsa las convocara y con
todo respeto no creo tampoco que debamos desgarrarnos las vestiduras
porque la entrenadora no llamó a una u otra jugadora del pasado. Me van a
perdonar pero yo vi a la guardia Carla Cortijo de Puerto Rico ganarles
exactamente igual tanto a las jugadoras del pasado como a las del
presente. Así que tampoco vengamos a decir que antes éramos unos
fenómenos en el baloncesto femenil porque siendo honestos no es verdad.
Las chicas de esta generación hicieron su esfuerzo y ya está se perdió y
hay que empezar de nuevo pero no hay que cometer los mismos errores y
no me refiero a la convocatoria de jugadoras sino a la formación de
nuevos talentos. En el baloncesto femenil es exactamente lo mismo que en
el varonil, se depende totalmente del talento generacional y este se da
gracias a la ya mencionada labor de los formadores.
Por supuesto que la labor del coach Rex es más que meritoria, claro
que sí, y la labor de la coach Elsa es un fracaso pues si también lo es.
Pero toooodos los entrenadores en México saben que un gran porcentaje
de los campeonatos obtenidos (en cualquier liga) es gracias al talento
generacional que te llega al equipo. Es decir, tienes una buena
generación, los entrenas, los fogueas y por ahí quedas campeón. Si
tienes una generación con poco talento puedes hacerlos más competitivos y
que jueguen con más energía pero definitivamente estarán por debajo del
talento de la competencia.
Claro…”El trabajo duro supera al talento” por supuesto, pero siempre y
cuando el talento no trabaje porque si el contrario tiene una
generación más talentosa y aparte trabajan mejor que nosotros pues
estamos condenados.
¿Y entonces que hacemos?
Hay que formar mejores generaciones de jugadores (as).
¿Y quién las formará?
Pues los formadores mexicanos.
¿Cuáles…los que existen o los que no existen?
Si existen:
Vamos a valorarlos como se merecen con un sueldo digno por su trabajo durante el año.
Si no existen:
Sigamos robándonos el fruto de su esfuerzo aprovechando el sueldo
que les pagan las escuelas y de paso también aprovechémonos del honor
que significa para todos ellos formar parte del seleccionado nacional.
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Estoy totalmente de acuerdo con tus palabras, pero sobre todo con la esencia de tu exposición.
ResponderEliminarEs importante trabajar la base, desde los 10 años ya apuntan grandes talentos que si no son supervisados y premiados no van a llegar a nada, así como físicos con un gran potencial por detectar.
Para disfrutar de futuros campeones en categorias de sub15 y más hace falta una federación que trabaje desde la base.
Aunado a lo muy bien expuesto está el hecho de que en los equipos profesionales no se les da oportunidad a los jovenes mexicanos, hay equipos que juegan con 5 extranjeros, asi cómo! pero sí, la razón principal es la preparacion de los entrenadores y de los jugadores desde etapas tempranas.
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