SALUDOS, enchilados amigos... ahora que la mejor liga de basquetbol del mundo, la NBA (cuyas siglas parecieran decir: Nuestro Basquetbol es de Altura), está por concluir; y que, aún y con toda su espectacularidad, estuvo a punto de no realizarse por los conflictos entre los patrones y los jugadores por los salarios; creo que nos deja una satisfacción muy especial para los mexicanos.
Y es que, esta temporada llegó a la NBA Gustavo Ayón, un mexicano de 27 años y ¡2.06 metros de estatura!, sí; leyó bien, es de ésos a los que uno les pregunta: ¿cómo está el clima allá arriba? Ayón llegó al equipo de los Hornets de Nueva Orleáns por tres temporadas y 5 millones de dólares, para de paso, ser el tercer mexicano que juega en esa poderosa liga, después de Horacio Llamas y Eduardo Nájera.
Su historia, como la de muchos grandes deportistas, viene (aunque por su estatura no lo parezca) desde abajo, nacido en Zapotán, Nayarit; hijo de padre campesino y maestra jubilada, aprendió desde niño las labores propias del campo, que entre otras cosas, seguro forjaron su carácter triunfador. En esa pequeña población nayarita de apenas mil habitantes, con escasa comunicación y falta de oportunidades, el basquetbol (como el futbol, en muchos pueblos de México), era cosa de todos los días, y en la cancha de la población llamada El Llanito, fue donde Gustavo Ayón hizo sus primeros tiros a una canasta de basquetbol e inició el camino a su sueño. Años después debutaría como jugador profesional, llevándose el reconocimiento al mejor jugador de la Liga Nacional de Basquetbol Profesional (LNBP) con los Halcones de la Universidad Veracruzana (UV). En el 2009, a paso de gigante, dejó todo y voló a Madrid para convertirlo en su nuevo hogar, de la mano de su nuevo equipo, el Alta Gestión Fuenlabrada de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB), la segunda liga más importante del mundo, en donde, como todo inicio la pasó muy difícil, pero dos años después se convirtió en pieza fundamental del equipo, por su elasticidad, taponeo y salto; cualidades descubiertas que lo han catapultado a la NBA, en la cual, aunque llegó como novato en su primera temporada, termino jugando de titular 24 de los 54 encuentros que disputaron los Hornets, con un promedio de más de 20 minutos de juego por partido, con 5.9 puntos y 4.9 rebotes, destacándose incluso que en algunos encuentros tuvo más de 10 rebotes y 10 puntos.
Y es que la historia de Gustavo Ayón está para enchilar la piel, porque el "Titán" de Nayarit, es el ejemplo de un mexicano que no se "achica", ni en Europa ni en Estados Unidos, ni en ningún otro lugar; y eso que apenas empieza a escribir su historia; seguro vendrán grandes victorias para celebrar y enorgullecer a un lugar muy especial, la cancha El Llanito, que ya nunca será igual, porque sabe que de ahí surgió un mexicano de altura que se fue para cumplir su sueño de jugar en el mejor basquetbol del mundo.
Nos leemos el próximo domingo y recuerden: "Máscaras habrán muchas, pero Enchilada... sólo una".
Twitter: @mascarenchilada
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