Ex Mundialista Lupita Calleja afirma que directivos mexicanos han hecho daño al basquetbol femenil

Por José Luis Simón México, 14 Sep (Notimex).- Así, de rápido, sin tanto preámbulo, Lupita Calleja, sexto lugar mundial en 1975, concluyó que el actual basquetbol femenil mexicano es de nivel muy bajo, porque lo ha dañado mucho la gente de pantalón largo.

“Difícilmente se podrá formar una selección como en aquellos tiempos, porque no sé qué pasa, si es de entrenadores, directivos, jugadoras, pero el basquetbol de hoy en día está muy dañado, no sé por quien, pero el basquetbol ya no es lo mismo que antes”, declaró en entrevista con Notimex.

Explicó que “veo eventos en que las chicas participan, pues realmente no es el nivel que estaba acostumbrada a tener la selección mexicana. Es un nivel medio, no es un gran nivel, a lo mejor puedo estar confundida, pero veo el nivel mucho muy bajo en comparación con el cual se participaba”. Consideró que “siento que las jugadoras las hay, entrenadores los hay, ahora yo no sé por qué se ha llamado a entrenadores extranjeros, siendo que en México hay demasiados buenos entrenadores, nada más que no les dan la oportunidad que le deben dar.

La selección femenina en 1986 rumbo a Juegos Centroamericanos. Foto: Lupita Calleja


 Y sí, el basquetbol lo ha dañado mucho la gente de pantalón largo”. Lupita Calleja fue durante 14 años seleccionada nacional, de 1974 a 1986, y capitana de 1982 a 1984, gracias a lo cual conoce las entrañas de este deporte en el país. “Del recuerdo que tengo de esa selección es que definitivamente las que pesaban como estrellas jalaban a las novatas. Fui una afortunada en llegar a un grupo donde verdaderamente había grandes jugadoras, como Toña Alcaraz, Ana María Cuevas, Rosalinda Díaz, Martita Nava, Gloria y Sofía Morfín, entre otras”, indicó. Compartió que tuvo “una muy buena escuela de compañeras que de alguna manera remolcaban a todas, no era un grupo muy cerrado, no, no, y gracias a ellas duré tantos años en una selección nacional, siendo también capitana, que muy difícilmente se puede ocupar ese mérito”.

Ella integró la selección que en los Juegos Panamericanos México 1975 ganó medalla de plata y la que obtuvo el sexto lugar en el Campeonato Mundial Colombia 1975. “Antes se jugaba por amor a la camiseta, nos daban un premio significativo y éramos felices, nos daban cinco dólares por día para Juegos Centroamericanos y del Caribe y los Panamericanos”, recordó. No obstante, señaló que “ahora las jugadoras piden millonadas, las mueven otros intereses, y no es tanto de ellas, sino de personas que las rodean, las han motivado o incitado a que si le dan dinero juega y si no, no juega”. Cuestionada de si amasó una fortuna como jugadora respondió que “no, definitivamente. Lo que hice fue muy buenas amistades, conocí a un mundo de gente, una cantidad de países que nunca en la vida pude haber logrado por mi propio bolsillo”. 

En este sentido aseguró que “la verdad, estoy muy agradecida de conocer otras personas, otras culturas, vivir buenas satisfacciones y conocer gente muy maravillosa”. Compartió que viajó a tres Juegos Panamericanos e igual número de Juegos Centroamericanos con resultados de primero, segundo y terceros lugares, un mundial con un sexto sitio y dos preolímpicos.

Del mismo modo fue convocada a giras de fogueo que se hacían hasta la Unión Soviética y también tuvo la fortuna de ir a jugar a un equipo de El Salvador durante tres meses y ahí sí fue bien remunerada. “Martita Nava y yo fuimos las primeras jugadoras... que a mucha gente ya se lo olvidó, pero Martita Nava y Lupita Calleja fueron las primeras jugadoras en irse al extranjero a jugar”, declaró emocionada. Su estatura de 1.80 metros le da un porte de altivez que combina con amabilidad y una sonrisa. “Empecé como canastera, era una jugadora muy hábil, posteriormente se me dio el postear en la selección y sí, era buena (risas)”. Recuerda que “cuando llegué a la selección y por la altura se me dio el basquetbol, no sé por qué, porque nadie de mi familia es deportista, y sí influyó mi estatura, porque integré un grupo de 55 chicas de todo el país y al final me quedé en una preselección”. 

En ese entonces no existía otro espacio deportivo, sólo el Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM), incluso cuando fue el Panamericano México 1975 no vivieron en la Villa Panamericana, estuvieron concentradas en el CDOM. Actualmente, Calleja se desempeña como instructora de basquetbol infantil y juvenil, labor que le agrada mucho porque, dice, sus alumnos son una esponja, ya que absorben todo lo que les enseña y desarrollan su máximo potencial.

-Por José Luis Simón para Terra
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