En una final de furor y lágrimas.
Ella es Érika Gómez "La Cucha", quien arribó al COM en compañía de su familia, de sus padres y esposo, para recibir el Premio Mexicano para el Juego Limpio, mismo que le fue entregado junto con sus compañeras de equipo.
Sí, es diferente ver a la "Cucha" sin el uniforme verde y blanco.
Es bonito verla de la mano de su esposo, de quien siempre estuvo acompañada.
Las palabras de Érika son de felicidad, de alegría, ya que lo hecho en Guadalajara ha sido un broche de oro para su larga carrera en el basquetbol. Qué mejor hubiera sido ganar la medalla de oro el día de su despedida, no obstante, Érika ya es triunfadora por sí misma y el bronce estamos seguros le sabe a metal dorado.
Al igual que sus compañeras de equipo, que no escondieron su entusiasmo por los reconocimientos obtenidos, "La Cucha" se retiró del evento de premiación contenta, más por lo que la afición mexicana le expresó y porque sabida está que en ese juego contra Colombia, ella y sus compañeras dejaron la vida misma.
Por supuesto, la familia de Érika siempre ha estado apoyando su carrera y a su lado han compartido triunfos y fracasos; hoy más que nunca su "equipo" familiar aplaude a su jugadora, pues sus padres están orgullosos de tener una digna guerrera en la cancha y en la vida real. (MAG/Foto: Martín Montiel)
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yo estuve ahi :-)
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