Omar nació en Nogales, Sonora, ciudad pequeña, creció en la Colonia Esperanza, jugando muchos partidos de basket. Los demás soñaron con ser doctores o maestros, pero el adolescente Quintero soñaba con la NBA. Si alguien lo hubiera aconsejado en su momento, hubiera cruzado la frontera y se hubiera avecindado desde adolescente en el país vecino, la cuna de las bendiciones. Pero Omar tomó carretera para el sur.
En vez de ser reserva o titular en alguna preparatoria o secundaria de medio rango en USA, Quintero se volvió titular indiscutible de las selecciones estatales y nacionales. Fue líder en el Preolímpico 2003, y se ganó el respeto de Allen Iverson.
En el transcurso ha jugado en la NCAA División II, la LNBP la liga puertoriqueña, la Selección Nacional Mexicana, la Fuerza Regia de Monterrey, Huracanaes de Tampico y también comió banquillo en el Taú Cerámica de España.
Ha asistido al menos a cinco campos de entrenamiento de selección de la NBA, Dallas, Houston, Chicago, Lakers, Cleveland alguna vez mencionaron que era un guardia alto y fuerte interesante.
Sólo interesante.
Omar Quintero ya perdió en 2010 la chispa y superioridad aplastante de hace una década. Es una muestra de la evolución del baloncesto mexicano. Hace 10 años Quintero encestaba 83, 70 o 65 puntos a selecciones estatales. Ahora encestar 30 puntos en un juego en la LNBP le cuesta una temporada y ronda los 15-20 puntos, ganados con mucho esfuerzo.
No hay duda que hacen falta más Quinteros en México y en la LNBP, ha elevado el nivel de los armadores mexicanos porque se atrevió a soñar. Ahora sus sueños le han llevado a promediar 17.3 puntos en los Huracanes de Tampico. La NBA fue una barda muy alta, imposible de saltar.
Si Quintero hubiera emigrado a una secundaria estadounidense no tengo la menor duda de que ahora Quintero fuera un armador con 8 o 10 temporadas NBA a cuestas. O si no, simplemente tendría una mejor vida.
Pero él puede que no esté de acuerdo.
Los campos de selección NBA arrancan sólo en 8 meses.
Y hay genios que nunca paran de soñar.
-Frank Bermúdez
Yo lo vi jugar una vez en Mazatlán, hace ya unos 10 años. Nunca había visto ni volví a ver en vivo a un jugador con un nivel tan alto como el de él. Me habría dado mucho gusto verlo en la NBA.
ResponderEliminar